Postres españoles
¿Qué tipo de dulces les gustan a los españoles? ¿Cuál es el postre más popular en España, podría ser como tarta de coco de la abuela? ¿Cuál debería probar durante sus vacaciones? ¿Qué puede comprar y llevarse a casa? En nuestro artículo te damos las respuestas.
Bunuelos es la palabra española que designa a los buñuelos.
Los buñuelos son los que más se parecen a las tortas fritas o a las rosquillas. El plato tiene una larga historia, y la primera referencia data del siglo II a.C., cuando Marco Porcio Catón el Viejo escribió sobre él.Se cree que los árabes, que conquistaron la Península Ibérica en esa época, dieron a los españoles la idea de freír el pan en aceite en el siglo VIII.Durante mucho tiempo, las rosquillas españolas fueron parte ineludible de cada celebración. Este postre se ofrecía tradicionalmente en Navidad y Semana Santa. Sin embargo, ahora pueden prepararse en cualquier momento del día y para casi cualquier ocasión. Cuando se comen con una taza de café caliente, los buuelos son muy populares en otoño e invierno.Los buuelos se pueden rellenar o dejar sin rellenar. Y la variedad de contenidos varía según la región de España, desde calabaza hasta bacalao o higos.Los bunuelos son sencillos de preparar, por lo que se han convertido en un producto popular de comida rápida y callejera. La masa se combina con el relleno antes de formar bolas o rosquillas y freírlas en aceite. Para decorar el postre se suelen utilizar polvos, chocolate o jarabe.Está relacionado con numerosas tradiciones. El día de Todos los Santos, por ejemplo, se fríen los bunuelos sin relleno. El día de Santa Úrsula, las chicas hacen bunuelos con patatas y los sirven con vino a los músicos que les dan una serenata.Los bunuelos frescos se pueden comprar por 3-5 euros los 100 gramos en las panaderías de toda España. Pero no puede llevárselos a casa porque, al igual que nuestros originales bollos, se vuelven duros y desagradables al cabo de unas horas. En los supermercados se pueden comprar semielaborados congelados, pero tendrás que freírlos tú mismo en aceite; los semielaborados cuestan unos 3-4 euros la bolsa de 400 gramos.
Leche frita: es posible.
Esta delicia es bastante parecida a un pudín frito con costra. ¿No es una combinación inusual? Leche frita" es la traducción del nombre.Palencia, según la historia oficial, es la creadora de este espectacular plato, aunque otras regiones españolas también se lo atribuyen. El plato se ha extendido por toda España y ahora se considera un postre tradicional.La comida tiene siglos de antigüedad, pero no existe una receta "perfecta". Existen diversas variedades, pero prácticamente todas incluyen canela y ralladura de cítricos, además de leche.La leche se calienta varias veces con diversos condimentos (especias, azúcar, harina o almidón de maíz, etc.) y luego se deja solidificar antes de cortarla en trozos, enharinarla y freírla. El plato es delicado y delicioso, pero también tiene muchas calorías.Normalmente, la leche frita se "refresca" simplemente con azúcar glas. Sin embargo, si se sirve con fruta o incluso con bolas de helado, puede resultar almibarada.Una leche frita cuesta entre 5 y 8 euros por ración en un restaurante o cafetería española (normalmente entre 4 y 6 piezas). Por 10-12 euros el kilo, búsquelo en la sección de pastelería, donde normalmente venden unos cuantos trozos amontonados en una bandeja.
La variante española de la tarta de queso se llama arta de queso.
La tarta de queso es un postre popular que probablemente haya probado varias veces. No suele tener base de bizcocho y su sabor es más ligero y menos empalagoso en la versión española.La tarta de queso se conoce como "tarte de queso" en España, y puede encontrarse en restaurantes de lujo, cafés callejeros y estantes de tiendas.Muchos españoles creen que este plato es originario de su país. Sin embargo, sabemos que la tarta de queso era popular en la antigua Grecia, y que se utilizaba para reforzar a los primeros atletas olímpicos. La receta viajó de Grecia a los Apeninos y luego a España.Para este postre, cada país utiliza un tipo de queso distinto. Los españoles son Mato, Rekyuson, Burgos y Villalón.La distinción clave entre la tarta de queso española y la tradicional neoyorquina es que no se hornea. La base son galletas rotas mezcladas con mantequilla (similar a nuestra Jubilee), y el pudin es de queso con nata y gelatina. Los pasteleros suelen utilizar mermelada, bayas, chocolate, almendras e incluso vino.Naturalmente, la receta de la tarta de queso en cada ciudad es única. La miel es un ingrediente obligatorio en algunas recetas. Otras sustituyen el queso por requesón. Esta última es similar a nuestra querida cazuela de requesón.En un restaurante o cafetería, una porción de tarte de queso cuesta entre 5 y 8 euros. La tarta de queso ya preparada se puede comprar en las tiendas, pero el precio varía mucho según si lleva o no un sustrato de galleta por debajo. Puede comprarla por 8-10 euros el kilo si la corteza es gruesa. Si no tiene ningún tipo de incrustación, el precio por kilo es de 16-20 euros. Los tamaños de las tartas preparadas van desde los 150 gramos hasta los dos kilos.